En una casona de la década de 1920 en la calle de Regina no. 66, en el Centro Histórico de la CDMX, se ubica el Museo Casa de la Memoria Indómita (MuCMI). Creado en 2012 y desde entonces gestionado por la asociación civil Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México —también conocido como Comité ¡Eureka!— el MuCMI es un espacio independiente.
El museo cuenta con una cafetería, un área común que se utiliza para eventos, la exposición permanente (en la planta alta), una biblioteca y, significativamente, su archivo histórico. Este acervo es el corazón del MuCMI, ya que está indisolublemente ligado a su lucha política y la búsqueda de familiares desaparecidos. Los archivos son más que documentos; son los testimonios incuestionables de la existencia de una persona, frente a aquellos que quieren negarlo. Por ello, su archivo sigue vivo: cumple hasta hoy en día una función central de investigación en la búsqueda de personas desaparecidas, juicios y denuncias penales, y, finalmente, en la búsqueda de la verdad.
La exposición permanente está conformada por salas de carácter mayoritariamente escenográfico, que utilizan diversos recursos audiovisuales y prácticamente carecen de texto, para comunicar; es decir que se trata de un recorrido de corte sensorial y muy emotivo (también por la naturaleza tan sensible del tema abordado). Pero es a través del guía —puesto que todas las visitas son guiadas— como se completa el discurso expositivo y se entabla el diálogo con quienes lo visitan. De los objetos exhibidos (fotografías, carteles y documentos), la mayor parte son copias; sólo las mantas son originales. En este museo, los objetos tienen una función y naturaleza distinta a la de otros museos puesto que no conllevan el peso del “original”.
En todas sus facetas y su forma de operar, el MuCMI es una organización volcada en la lucha contra la desaparición forzada y su denuncia, a favor de los derechos humanos y de exigencia de justicia social por la vía pacífica. Por tanto, es un museo donde la formación y el diálogo ciudadano son parte ineludible de lo que son y hacen.
Si te interesa conocer más sobre este museo y el trabajo que realizan, puedes consultar su página de internet y seguirlos en Instagram o en Twitter. Sin embargo, recomiendo la visita presencial en donde alguna de las o los guías, o incluso el propio Jorge Gálvez, director del MuCMI, te recibirán con una atención personalizada.