Escrito por Victoria Inés Guzmán Villareal
El Museo de La Plata, en Argentina, es una institución pionera en materia de debates y acciones en torno a la restitución de restos humanos a las comunidades indígenas. Este proceso se dio por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y la reparación histórica producto de un planteo decolonial al interior del museo.
La institución fue inaugurada en 1888 por Francisco Pascacio Moreno, naturalista, político y encargado del peritaje de límites en la frontera sur de Argentina y Chile. Constituido por una vasta colección de piezas antropológicas, arqueológicas, etnográficas, botánicas, paleontológicas, geológicas y zoológicas, combina así tanto ciencias naturales como sociales.
Muchas de estas colecciones fueron adquiridas durante expediciones realizadas en el siglo XIX y principios del siglo XX. Los restos humanos fueron parte del “botín de guerra” de las campañas militares al sur, en donde Moreno recolectó más de 1000 cráneos indígenas.
Gracias a los reclamos de los pueblos indígenas se generó una demanda creciente de restitución de los restos humanos de los antiguos miembros de las comunidades. El primer caso fue el del cacique Inacayal, cuyos restos fueron restituidos en 1994 a la comunidad tehuelche en Tecka, Chubut. Inacayal había sido capturado durante la llamada “Campaña del Desierto” y murió en el Museo en 1888. En el 2014 se devolvieron los restos “blandos”: cuero cabelludo y orejas que no habían sido entregados en 1994 como parte de las políticas de restitución del Museo.
En Argentina existen varias legislaciones sobre el tema, complementadas con normativas internacionales. Por ejemplo, la Ley Nacional 25.517, sancionada en el 2001, establece la obligación de devolver los restos humanos pertenecientes a pueblos indígenas a sus comunidades de origen. El Convenio Internacional 169 de la Organización Internacional del Trabajo, al que Argentina decidió adherir, es otro marco normativo que reconoce los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras, territorios y recursos, incluyendo su patrimonio cultural.
Al interior del museo en las últimas décadas se ha dado un proceso de establecimiento de políticas de restitución. Esto ha sido posible gracias a la aparición de colectivos como el grupo GUIAS, un conjunto de antropólogos y antropólogas de la Universidad Nacional de La Plata, que fomentaron las restituciones, dando lugar a los reclamos y planteando un avance en la decolonialidad de las instituciones.
Sin embargo, aún queda camino por recorrer. Los procesos de restitución suelen ser largos debido a la necesidad de una identificación precisa y la presentación de la documentación adecuada. Estas tareas son complejas y requieren tiempo y recursos especializados.
Los casos de restitución en el Museo de La Plata son importantes no solo a nivel local sino también global. Ellos muestran el reconocimiento de la justicia social a los pueblos originarios. Además, estos procesos sirven como referencia para otras instituciones y países en sus propios esfuerzos de restitución.
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